Cuando sucede algo que es importante para nosotros nos ocupamos de ello, de mantenerlo, de cuidarlo o de solucionarlo.
¿Qué ocurre cuando invertimos energía y tiempo en algo que nunca sucederá?
Nos estamos pre-ocupando y, generalmente, no suelen ser cosas positivas. Anticipamos situaciones que nunca va a ocurrir, lo que supone un desgaste mental y emocional.
Es mejor preocuparse de aquello que sí queremos que nos ocurra para facilitar que suceda y evitar pre-ocuparnos por las otras cosas negativas que nos generan un desgaste y que probablemente nunca ocurrirán.
¿Estás de acuerdo?
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